jueves, 31 de diciembre de 2009

Lenguaje corporal - Comportamiento cerrado



Lo de la pierna cruzada es interesante. Parece una preparación para la huida, pero creo que en realidad es una preparación para recibir un golpe.




Reduce el área abdominal golpeable y, de paso, te deja preparado para lanzar una patada.

Para facilitar este movimiento, estando parados, es necesario afirmar el peso en el pie que queda más alejado del contrincante. Y este impulso es lo que, en mi opinión, se traduce como cruzar las piernas así cuando estamos sentados.










También podemos observarlo en el Jew Jitsu improvisado de Mauro Viale.



Las caricaturas expresivas ofrecen exageraciones útiles.

Aún así en este caso la posición de la pierna está apenas insinuada. El resto de la postura indica claramente que se trata de reducir el área vulnerable.

El gesto completo parece estar dirigido a humanos. El rostro muestra falta de voluntad de pelear (y su propósito es comunicarlo), mientras que los puños cerrados preparan un contraataque.










Las expresiones y gestos de hoy hablan de un pasado temperamental.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Antecedente de la divinidad de Jesús

Las profecías (que hablaban, en realidad, de un líder militar, y algunas eran fáciles de cumplir y lo hizo a propósito, como entrar en el templo en burro, otras no fueron cumplidas, otras que se "cumplieron" nunca fueron profecías realmente, y otras no se cumplieron jamás, ) anunciaban a un "mesías". Eso no significa "salvador" ni nada por el estilo. Significa "ungido".

O sea, untado con aceite.

Cuando Jesús llegó ya había dos mesías: Caiafás y Pilatos. Los ungidos tenían autoridad. Por eso rompió las bolas la llegada de Jesús. Una cuestión de poder.

Jesús vino específicamente a sacudir el avispero. A provocar. A buscar roña. A cambiar las cosas. Fue un revolucionario.

Entró en burro al templo, como lo anunciaba la profecía. Hoy los cristianos lo ven como prueba del cumplimiento de una profecía. Los sacerdotes lo vieron y dijeron "Hijo de puta!!!", que era exactamente lo que Jesús buscaba.

Cuando los griegos tradujeron la Biblia, no tenían una palabra que significara "untado con aceite como consolidación de una posición de poder".

El traductor usó otra palabra que le pareció apropiada: "Christos" (que luego derivó en Cristo).

Christos eran unas estatuas pequeñas de madera de dioses de la fertilidad con penes gigantes. Las mujeres que querían concebir las usaban. Las aceitaban primero, para que no raspen. No sobrevivió ningún manual de instrucciones, pero podemos imaginar el procedimiento.

Así que ya saben:
Mesías: untado en aceite para detentar poder (título político).
Cristo: untado en aceite para que no raspe (título mágico).